martes, 31 de marzo de 2009

Paraíso inhabitado - Ana María Matute


«Nací cuando mis padres ya no se querían», recuerda Adriana, mucho después de que todo haya sucedido. Por ello, la niña se crea un paraíso propio, poblado por amigos imaginarios y una familia de su elección.

Uno de los recuerdos más lejanos se remonta a la noche en que vi correr al Unicornio que ivía enmarcado en la reproducción de un famoso tapiz.
Con asombrosa nitidez, le ví echar acorrer y desaparecer por un ángulo del marco, para reaparecer enseguida y retomar su lugar; hermoso, blanquísimo y enigmático.>>


Esta felicidad a medida se ve perturbada cuando Adriana debe iniciar el periplo escolar y entrar definitivamente en el mundo de los adultos, un entorno que le resulta ajeno cuando no hostil. Sin embargo, siempre queda un refugio bajo las relucientes estrellas escondidas en los cristales de la lámpara del salón.


Auténtica obra maestra en la aplaudida trayectoria de Ana María Matute, Paraíso inhabitado recrea un universo infantil delicado y maravilloso, que hipnotiza al lector desde la primera página.


martes, 24 de marzo de 2009

Chesil Beach - Ian Mcewan

Tienen poco más de veinte años, y se conocieron en una manifestación en contra de las armas nucleares.
Florence es una chica de clase media alta, su padre es un exitoso hombre de negocios y su madre una activa profesora universitaria. Edward, en cambio, pertenece a una familia que apenas se sostiene en la zona baja de la clase media; su padre es maestro y su madre, tras un insólito accidente, vive desde hace años en una nebulosa.

Florence es violinista, y Edward ha estudiado historia. Y ambos son inocentes, y vírgenes, y se aman.

Es un día de julio de 1962, un año antes de que, según Philip Larkin, en Inglaterra se empezara a follar, cuando El amante de Lady Chatterley aún estaba prohibido, no había aparecido el primer LP de los Beatles, y el tsunami de la revolución sexual no había llegado a esas costas.

Edward y Florence se han casado y van a pasar su noche de bodas en un hotel junto a Chesil Beach, y lo que sucede esa noche entre estos dos inocentes, en unos años donde hablar sobre problemas sexuales era imposible, es la materia con que McEwan construye su chejoviano, delicadísimo, terrible mapa de una relación, del amor, del sexo, y también de una época, y de sus discursos y sus silencios.

lunes, 23 de marzo de 2009

Los peces de la amargura - Fernando Aramburu


Es difícil empezar a leer las historias en principio modestas, de una engañosa sencillez de Los peces de la amargura, y no sentirse conmovido, sacudido - a veces, indignado - por la verdad humana de que están hechas, una materia extremadamente dolorosa para tantas y tantas víctimas del crimen basado en la excusa política, pero que sólo un narrador excepcional como Aramburu logra contar de manera verídica y
creible.
Un padre se aferra a sus rutinas y aficiones, como cuidar los peces, para sobrellevar el trastorno de una hija hospitalizada e inválida; un matrimonio, fastidiado por el hostigamiento de los fanáticos contra un vecino, espera y desea que éste se vaya de una vez; un joven recuerda a su compañero de juegos, que luego lo será de atentados; una mujer resiste cuanto puede los asedios y amenazas para no marcharse...

A manera de crónicas o reportajes, de testimonios en primera persona, de cartas o relatos contados a los hijos, Los peces de la amargura recoge fragmentos de vida en los que sin dramatismo aparente, de modo indirecto o inesperado - es decir eficaz-, asoma la emoción y, con ella, la denuncia y el homenaje.

jueves, 19 de marzo de 2009

No acosen al asesino - José Mª Guelbenzu

Sabemos quién es el asesino y aún queda todo por descubrir.

En una elegante colonia de veraneo cercana a Santander, alguien entra sigilosamente en una de las casas y degüella a un viejo Magistrado de brillante historial. Es la hora de la siesta de un día de intenso calor.
Todo el mundo dormita.
Nadie ha visto nada.

Entre intuiciones, investigaciones, sospechas, detalles esclarecedores e interrogatorios, la juez Mariana de Marco se enfrenta a un crimen tras el cual no parece haber móvil alguno. Sin embargo, poco a poco, empezará a fijar su atención en un reducido y selecto círculo de personas.

Dos inteligencias que se baten en un duelo silencioso, un retrato de grupo inolvidable, una soberbia intriga y una incógnita que persiste hasta el final.

Una novela policíaca de la magistral pluma de José María Guelbenzu.

viernes, 6 de marzo de 2009

Juntos, nada más - Anna Gavalda


Camille Fauque tiene 26 años, dibuja de maravilla, pero no tiene fuerza para hacerlo. Frágil y desorientada, malvive en una buhardilla y parece esmerarse en desaparecer: apenas come, limpia oficinas de noche, y su relación con el mundo es casi agonizante.
Philibert Marquet, su vecino, vive en un apartamento enorme del que podría ser desalojado; es tartamudo, un caballero a la antigua que vende postales en un museo, y el casero de Franck Lestafier.
Cocinero de un gran restaurante, Franck es mujeriego y malhablado, casi vulgar, lo cual irrita a la única persona que le ha querido, su abuela Paulette, que a sus 83 años se deja morir en un asilo añorando su hogar y las visitas de su nieto.
Cuatro supervivientes, cuatro personajes magullados por la vida, cuyo encuentro va a salvarlos de un naufragio anunciado. La relación que se establece entre estos perdedores de corazón puro es de una riqueza inaudita, tendrán que aprender a conocerse para lograr el milagro de la convivencia.
Juntos, nada más es una historia viva, con un ritmo suspendido en el aire, llena de esos minúsculos dramas personales que seducen por su sencillez, su sinceridad y su inconmensurable humanidad.