jueves, 30 de diciembre de 2010

ANTONIO CASARES- 22-12-2010

La tarde, noche ya, poco propicia, climatológicamente hablando, para salir de casa, hizo que el salón de actos de la biblioteca estuviese menos concurrida de lo que viene siendo habitual.  Es lógico, estamos en fechas navideñas y muchos de los "mochuelos" habituales han regresado, temporalmente, a sus "olivos".
El incansable Luis Salcines nos presenta a otro escritor, amigo suyo como todos los que nos visitan en nuestros Encuentros Literarios.
Deduzco que el señor Salcines debe de ser una excelente persona a tenor de la cantidad de buenos amigos que posee.
Esta tarde viene acompañado de Antonio Casares. Comenta que son amigos desde hace más de 30 años y que de todos los escritores que conoce, éste es de los más prolíficos. Nos asegura ser testigo de tanto trabajo al leer diariamente, al menos, un nuevo poema salido de sus manos.
Además, cuenta con la virtud de ser un gran lector; aficionado a la música también, teniendo en su haber numerosas letras para un famoso grupo de rock de los años ochenta llamado Bloque.
Todavía sigue componiendo letras y músicas dedicadas a su querida, y no se si atreverme a decir, añorada Liébana.

Comienza Antonio Casares su exposición. Con voz suave nos dice, como quien no quiere la cosa, que a pesar de todo lo bueno dicho por Luis Salcines referente a su trabajo, considera que no tiene ningún poema bueno. Quizás unos pocos puedan hacercarse a esa perfección buscada. Se reconoce muy exigente consigo mismo y para corroborar sus palabras nos comenta la primera de las muchas anécdotas que nos relatará entre poema y poema.
En una de sus habituales intervenciones públicas alguien le preguntó:
-¿Cuánto tiempo ha tardado usted en escribir ese poema?
Su respuesta fue rápida:
-Sesenta y cuatro años.
Porque sus obras son resultado de sus vivencias.

Inicia la lectura de sus versos y nos sorprende con una voz clara y potente, con la fuerza de quien cree en lo que dice y de paso asegurándose de que nadie en el recinto se pierda ni un solo matiz de lo escrito.
La  transformación de su voz es brutal. Acabada la primera de sus lecturas su voz vuelve de nuevo a un tono mucho más suave e íntimo  para seguir compartiendo con todos nosotros lo que considera que es un soneto. Nos lo describe con una sola frase: "Un soneto es un monumento a un momento"
Ahí queda eso.

Continúa con sus trabajos y en la siguiente pausa entre lectura y lectura nos relata sus ¿dudas de identidad?. Creo que habla metafóricamente cuando dice no mirarse al espejo y se muestra crítico con el excesivo egocentrismo existente en las personas. En este punto no me ha quedado muy  claro si se refiere al mundo en general, o a los escritores en particular. Encuentra desmesurado el "yo hice....", "yo dije...", "yo .....", "yo......"
Deja en el aire una propuesta  para la creación de los "Premios YO".

Según avanza el acto nos va introduciendo en los trabajos relacionados con su Liébana natal, con referencias a su infancia al lado del abuelo lebaniego excelente orujero, según él, el mejor de la época. Marcada huella ha dejado en Antonio el modo de destilar lento, gota a gota, que practicaba su abuelo. Nos aclara que el nombre de orujo viene dado desde hace pocos años. Él recuerda que cuando  era niño, sus mayores siempre lo llamaban aguardiente. En su memoria perduran las invitaciones que se hacían entre los vecinos a un aguardiente para paliar las bajas temperaturas o, simplemente para animar un rato de tertulia.

Las vivencias en Campollo han quedado fuertemente grabadas en su memoria a tenor de las numerosas referencias hechas a este pueblo. Incluso nos hace ver la símilitud entre la escritura y la destilación. Para él las palabras van salpicando la temida hoja en blanco con la misma cadencia con que de la alquitara de su abuelo gotea el concentrado aguardiente lebaniego.

Durante su intervención se detiene en varias ocasiones. Mira al público que le escucha embelesado y pregunta:
-¿Ya? ¿Paro ya?
Pero no, queremos más. Y sin hacerse de rogar continúa con sus amenas lecturas y clarificadores comentarios.

Con pequeños y simpáticos trazos nos va describiendo como transcurre su vida en el presente y cómo ha sido en el pasado. Me ha parecido  un gran comunicador.  En tan sólo una hora escuchándole tengo la impresión de que nos ha contado toda su vida.
Ahora con el tiempo libre que la jubilación en el campo de la enseñanza le proporciona, disfruta cada día de las pequeñas grandes cosas que la vida pone en su camino. Con sencillez es capaz de describirnos la musicalidad del Mar Cantábrico en un punto concreto de las playas del Sardinero, o cómo es una cola humana ante la oficina del paro.

domingo, 19 de diciembre de 2010

ESA DAMA - Kate O´brien


Ana de Mendoza y de la Cerda, princesa de Éboli, heredó patrimonio, privilegios, títulos y fortuna de una de las más poderosas familias de España.
La falta de su ojo derecho, que tapaba con un parche de seda negra, no mermaba su extraordinaria belleza. Las leyendas sobre sus amoríos e intrigas, agravadas por un extraño asesinato, corrieron por la corte de Felipe II hasta que el rey, colérico y quizá celoso, mando apresar a su amante y a ella la confinó en Pastrana.

sábado, 4 de diciembre de 2010

JAVIER MENÉNDEZ LLAMAZARES



Hablaron de un joven escritor,
y lo era.
Dijeron que era poeta,
y fue cierto.
Relatos, novelas e inéditos poemas,
fueron leídos.
Refieren en breves historias,
vertieron vivencias reales,
escritos sencillos y claros,
dialectos que nos transportaban.
Silencios, esperas,
y asombro,
que tienen carisma y poema,
la idea esperada,
con ritmo.
Novelas siguiendo la pista,
El “Metodo Cué” que volaba,
leoneses a bordo de naves,
Soflamas y amores.
Y azules divisiones guerreras.
Recurre constante al mandamiento undécimo
“No aburrir”.


Recuerda Salcines su obras,
relatos en corto,
“Amigos como tú” es nombrada,
historias de vidas y gentes,
de un perro que agobia
apilando cariños y pelos;
mirando a los ojos,
secando su ira.
Amigos, amigas y vida.
relata y contienen detalles.
Es una enseñanza,
impreso por siempre en su daga.


Decide hacer poesía,
acalla metáforas, lirismo o graves estrofas.
Ventea el escrito, define, derrocha la vida,
recoge diarios “sentires” de gentes que sufren o ríen.
Añora cantando las migas entre las hojas,
(que ahora tenemos tecladas).
Internet en locuras de sistemas o tuercas,
Diciendo entre líneas mil cosas,
silencios, o guerras en desenlaces
que empapan y asumen las mentes.
Mentiras sabidas,
esperas de llaves que encubren quimeras
necesidades o amores afines.
El romanticismo en una caldera de sopas y panes.
Irónico, reflexivo y simpático.
Sencillo y cercano.
Este libro mundano quedará ahora citado:
“Lo que no puedes encontrar
en Internet”.


Diciendo Salcines de nuevo una cosa,
que es un presente en futuro,
que tiene trabajo,
promesa que gana en el tiempo,
la prosa, novela y poemas
que llenan las hojas bien documentadas,
que mide, retoma, investiga,
mezclando poemas de viento
en “Periferia humana”
que limpia el aliento.
grafrítis poéticos
de lo cotidiano e innegable.
Meta literato.
Periódicos, loores y radio.


Ahora mismo me guían las manos
y mi mente requiere renglones,
que me tira el lirismo y no puedo,
(Y me cuelo en sus opiniones
y dejo metáforas claras,
o rimas de versos, piropos y flores);
ya lo siento señor Llamazares,
le emplazamos a volver con sus sones,
aprender de la vida que siente,
apreciar que coinciden versiones,
y sentir la empatía que tiene,
y cantar, y volver, y en razones
de poner en la mesa mil caras
de personas, caminos y dones.



Un señor que ha dejado con la claridad que pretende, un agradable ambiente en el que se le reconoce acertado, que agradece el descanso al proporcionarnos en sus lecturas, lo que pensamos, por lo que protestas, lo incómodo, el feliz camino de la realidad, lo cotidiano que por normalizarlo, se olvida reconocer cada segundo de esta nuestra vida o la suya, tan mezclada con experiencias propias que despierta y reconoces en todo su valor, con su aderezo de ironía, sencillez y observación. Esa que según te levantas de la cama relajado, comienzas a retomar incluso desde la pesadilla, estimando el poder interior, la línea que se ha de seguir, crecer y a su vez admitir y disfrutarlo.


¡Salcines sabe apreciar esa circunstancia y nos ha regalado otra forma de ver. En cada ocasión sabemos valorar sus aciertos; hoy queda sumido en una realidad palpable, recogidos en la vida de un joven que sabe crecer a todos los niveles, incluso descabalga de su formación y se queda con el mundo real, entre las gentes de a pie..

Un auténtico placer para los sentidos, un poema anclado y formado, descansado de saberes y titulaciones, alivia sencillamente lo diario. Interpreta su momento contemporáneo y deja la igualdad unida por unas letras muy bien colocadas, sea prosa o poema.


¡Otra, otra, otra!, Javier Menéndez Llamazares, entrenador del equipo local, “Graffiti Real Club”.




San Vte. de la Barquera 29 de noviembre de 2010

Ángeles Sánchez Gandarillas