sábado, 30 de octubre de 2010

Señora de rojo sobre fondo gris - Miguel Delibes


Un prestigioso pintor, sumido en una grave crisis creativa, va hilando ante su hija sus recuerdos más íntimos en un monólogo que es a la vez homenaje y exorcismo.
Su relato se centra en dos acontecimientos: la detención de dos de sus hijos por motivos políticos y, fundamentalmente, la enfermedad y muerte de su mujer, Ana, a los cuarenta y ocho años.
Ana contagiaba una sensación de belleza y plenitud que cobró su verdadero alcance sobre el fondo gris de lo cotidiano y los sinsabores de la enfermedad. Historia de un amor en carrera desenfrenada hacia la muerte y sobrecogedora semblanza de un personaje femenino.
Señora de rojo sobre fondo gris es una profunda lección de humanismo y madurez artística que sólo Miguel Delibes podía ofrecernos.

7 comentarios:

Laura dijo...

Empezaré pidiendo perdón por intentar resumir en cuatro lineas lo que quince personas aportaron en una reunión de una hora de duración.
En líneas generales gustó a tod@s menos a una persona, y otro lector nos comentó que al principio del libro iba leyendo sin saber si le gustaba o no lo que leía. Al final llegó a la conclusión de que sí le había gustado.

Resulta curioso escuchar las diferentes conclusiones que pueden sacar los hombres o las mujeres sobre un mismo texto.
Las féminas, en su mayoría, ponen en duda esa relación tan idílica que el autor nos quiere transmitir como algo autobiográfico.
Los hombres consideran a la protagonista muy dominante para la época en que transcurre la historia.

Alguien piensa que el hecho de estar narrando a sus hijos puede cambiar la forma de contar la historia. Es posible que de no ser sus hijos los destinatarios de esta narración, la misma, hubiese sido menos idílica.

A tod@s les ha resultado fácil su lectura y, por descontado, no vamos a descubrir ahora las facultades literarias del gran Delibes, por eso no vamos a entrar a analizar su forma de escribir.

Hubo varias personas que ya habían leido el libro en otra época de su vida y todas coinciden que, la obra, no les ha transmitido lo mismo.
De este hecho sacamos la conclusión que los libros siempre están vivos y que no sólo nos transmiten lo que el autor pretende sino lo que cada lector quiere y puede captar en según qué momento de su vida se encuentre.

Nieves dijo...

Me gustó pero no me entusiasmó.
Ameno y de lectura fácil.

Me habían hablado de este libro y muy bien y por eso mi decepción.

Nieves

Anónimo dijo...

Delibes marcando el terreno de la escritura perfecta, enseñando trucos en ese terreno. Dejando a la vista la forma de vida de la sociedad a un nivel acomodado, la esposa desarrollando y controlando labores calladas, poco valoradas; el hombre asumiendo el papel de hombre centrado en el trabajo, aislado de la vida familiar. Me sumo a la opinión de que se esconde la "real" realidad, en una definición machista al uso de la época, pero aportando el lirismo ensalzador, a la falta de la esposa.
Un monólogo de lectura corrida, no siendo por completo de mi gusto, pero admito que leído con ganas, sin cansancio, reconociendo en el relato, la propia vida del autor, influencia natural en los escritores, aún siendo Delibes.
Lns.

Laura dijo...

Bienvenidas chicas, un placer leer vuestros comentarios.

Rafael dijo...

Es cierto que fue interesante este primer encuentro del nuevo ciclo que ha dado comienzo. Quizás, aparte de la obra de Miguel Delibes, con los pros y contras y los diferentes puntos de vista, que siempre quedan sobre la mesa, lo importante es ese encuentro, ese contacto entre diferentes personas vecinas, cercanas y lejanas en el tiempo y el espacio, pero unidas en un objetivo, como es la lectura de una novela para luego desgranar esas impresiones en una reunión mensual.

Es cierto lo que señala Laura, de esa diferencia de criterio, pero no sólo entre los hombres y mujeres, sino entre todos los participantes. Cada lector se forma una opinión de lo que lee y trata de transmitirla, quizás como el autor que planifica un guión de su novela, (o quizás no), y luego queremos unir esa diferencia en un resumen a todas luces imposible.

Hablar de Delibes y su obra es hablar de alguien que mereció el premio Nobel hace mucho tiempo, pero que por diversas circunstancias ha quedado en esa recta final, aunque no por méritos, pues hay cantidad de autores galardonados, que ya quisieran llegarle a la suela de los zapatos con su obra.

La novela es, como ya se ha dicho, una autobiografía y el autor trata, en un monólogo, de ir describiendo y contando ininterrumpidamente unos sucesos familiares ocurridos con su esposa, en ese periodo de su vida que fatalmente desemboca en su enfermedad y muerte.

¿Verdad ó mentira?... Esa es la incógnita que nos dejó Delibes y que sólo él podría responder. Lo demás son especulaciones en las que podremos estar más cerca ó más lejos de la verdad que intentó reflejar el autor.

Personalmente y para mi gusto, no es una de las mejores novelas de Delibes, o al menos, en las que yo haya disfrutado con su lectura. Pero esto es algo personal y para nada empaña su obra y su legado.

Gracias a todos por vuestra presencia y a María por ser el alma de este grupo que sabiamente y con paciencia dirige.

Rafael

Laura dijo...

¿Os habeis parado a pensar qué dirían los autores de los libros que leemos si escucharan las conclusiones que sacamos de sus obras?

No sería un mal experimento el poder tener a un autor delante cuando "destripemos" su obra y cotejar lo que él ha querido transmitir con lo que nosotros hemos captado.
Seguramente no coincidiríamos en nada.

Nieves dijo...

le pregunté a un escritor que nos visitó anteriormente que cuando la gente leía sus obras, las opiniones eran muy diferentes y el me respondió que eso es lo que se pretende, que cada persona extraiga nuevas sensaciones, emociones, etc. que pueden ser diferentes a las del autor.

Nieves