domingo, 31 de enero de 2010

Epílogo

Ya son dieciocho años los que llevo jubilado y creo que ya es hora de dar por finalizado este trabajo de dejaros escritas todas mis vivencias, sobre todo pensando que ya ninguna aventura curiosa podré vivir para dejaros constancia de ella.

Ahora, más o menos, los días pasan rutinarios. Si quizás Dios nos da salud hagamos algún otro viaje, que es uno de mis más grandes placeres, pero fuera de eso, todo es pura monotonía. Monótono, no es sinónimo de aburrido. Que yo no me suelo aburrir. Es sinónimo de repetitivo. Vamos, que me levanto un día, y otro y otro, y casi siempre sucede lo mismo:

Lo primero, después de desayunar, yo en ayunas casi no voy ni al baño, doy un paseo por la huerta y el jardín contemplando planta por planta.
En primavera fijándome que capullos están a punto de abrirse, y en que lugar del huerto voy a plantar un cuadro de lechugas; en verano, para decir a tu abuela de donde puede cortar flores para el jarrón de la cocina, y si hay mucha humedad ambiental, sulfatar las plantas de tomate para que el mildiu no acabe con ellas y por tanto con la cosecha. En otoño hay que fijarse si debemos recoger la fruta de los árboles, las judías y los puerros, y además empezar a recoger las hojas muertas que comienzan a desprenderse de los árboles, y en invierno podar todos los setos, quitar plantas secas, limpiar bordes tanto del huerto como del césped…

Y aquí, en invierno, me abrigo para salir porque si el cielo está raso seguro que sobre la hierba hay una escarcha que la cubre de microscópicos cristales blancos que aún sin tocarlos me enfrían las yemas de los dedos, las orejas y la naríz…
Generalmente, cuando no está el cielo raso, está lloviendo o amenaza con hacerlo por lo que además tengo que coger el paraguas. Pero salir, salgo. Y cuando ya más o menos, lo he visto todo, descubro por cualquier rincón de la finca a tu abuela que, tapada con lo primero que encontró en el garaje, está inspeccionando lo mismo que yo, y luego en casa me dice si le parece bien el trabajo a que voy a dedicar la mañana o cree que hay otro al que darle prioridad.

En invierno los días son mucho más cortos, pero como son más aburridos, se hacen más largos, y entones, sobre todo si llueve, leo. De vez en cuando me da por la pintura, y cuando me da, me dura unos días y no hago otra cosa que pintar. Después, en verano, si encuentro sala, hago una exposición y no me suele ir mal de todo. Algún cuadro vendo, y con lo que saco me doy algún capricho.
Hace dos años, por ejemplo, me compré el ordenador, y con lo de este año voy a encuadernar para ti y para todos tus primos estas vivencias que escribo. Por las tardes hemos decidido no hacer trabajos caseros. Nos bajamos al pueblo: Abuela al Club Social de Caja Cantabria a echar sus partidas de “Chinchón” con sus camaradas de juego, y yo como jugar no me gusta mucho, me dedico a otras cosas:

Los lunes, asisto a la clase de informática que durante una hora nos da Kiko en este mismo Club de la Caja. Es una de las muchas atenciones que Caja Cantabria tiene con los pensionistas, y gracias a eso he aprendido lo suficiente para dejaros este documento, y gracias también a la paciencia de Kiko, aprendí a escanear y luego insertar esas fotos del pasado.

Los martes viene también a la biblioteca del Club, Juan Antonio González donde dirige una charla cultural con la que nos pone al día de los muchos asuntos importantes que diariamente suceden en el mundo.

Los miércoles, antes fueron los martes, asisto a la reunión que tenemos con Salcines en el local de la “Asociación de Ama de Casa”, de lo cual hablo en el primero de estos escritos. Hay también formado un “Club de Lectura” en la biblioteca municipal que dirige y modera María, nuestra estupenda bibliotecaria.
Somos un grupo de veinte personas y leemos todos el mismo libro, y cada quince días nos reunimos para comentar la lectura. Últimamente leímos a Pereda, y como colofón de esa lectura visitamos la Casona de Tudanca, la Ferrería de Cades, y disfrutamos de un día de convivencia que rematamos comiendo un “cocido montañés” de los que se suele decir que resucita a los muertos.

A partir de las ocho de la tarde si no hace mucho frío paseamos un poco con nuestros amigos Manolo y Dioni, José Luís y Mari Luz y Lali. Cuando llega la primavera, llegan también Javier y Adeli que viven en Madrid, y a principios de verano acude Maria Jesús que suele preceder a la otra Maria Jesús y Manolo, que se apresuran a escapar también de los días calurosos de la capital de España, y con ellos nuestro grupo se agranda.
Como en verano los días son más largos, como el grupo es más amplio y las charlas más extensas, después del paseo hacemos un reposo en alguna de las terrazas del pueblo, donde como en los toros, suele haber diferencia de opiniones, y unos toman café mientras otros toman cerveza o un rioja, y luego, a casita, que mañana será otro día…


Para dejárselo a mis nietos. Hice 7 libros, uno para cada uno de ellos. De ese libro os traspaso aquí el Epílogo. Si os gusta, os pasaré más.

Jesús González González
13/1/09

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Que bonito hacer de lo cotidiano una obra de arte. Se puede adivinar una vida aprovechada, útil, relajada, con "caprichos" tan hermosos como pintar, querer a los suyos, escribir, arreglar la huerta o el jardín. Es difícil que se pueda ser más activo, con más vivencias, más viajero, más amigo. Haciendo regalos que salen a veces con dificultad de libros escritos por él, claro uno a cada nieto, total 7, ni más ni menos. Luego nos cuenta que no ha escrito casi nada. Vitalista en toda estación, llenando ese tiempo y disfrutando de él. La jubilación tanto como el descanso, no quiere decir hacer nada, quiere decir cambiar de actividad, con la ventaja de que esas actividades sean de tu gusto y no sean impuestas, solo te obliga el ir y venir del tiempo ambiente y tus propias exigencias. Te admiro señor. Lines

Anónimo dijo...

Haces de la vida un poema.
Besos
V:

Anónimo dijo...

Jesús dijo...
He escrito mis vivencias, cosas sin importancia, pequeños relatos de cosas que recuerdo, y lo hice con fin de dejár
EPÍLOGO

13/1/09 5:21 PM

Anónimo dijo...

Nieves dijo...
Jesús, muy interesante, seguro que has vivido muchas cosas, si quieres compartirlas, yo te animo a que nos cuentes algo mas de tu dia a dia.

13/1/09 7:18 PM