Es la forma de exponer la poesía en el centenario de Miguel Hernández, lo hace Raquel Martín, en un sobrecogedor y silencioso escenario, en penumbra, sobre una mecedora representando a la viuda del poeta, Josefina Manresa, costurera. Rodeada de madejas negras y rojas, las unas enlutaban lo sanguinolencia de las otras, entre maniquíes empapelados de lágrimas, quizá representen la forma de llevar la vida o las correspondencia epistolar y triste, desde el encarcelamiento de su marido, sumada al fallecimiento de uno de sus bebés, las carencias de alimento, es posible que demuestre la forma de cargar con esas circunstancias. Dependerá de cada cual la manera de asumirlas; es comprensible lo entristecido de la escenificación.
Una grabación va desgranando poesías; desde la “Nana de la cebolla” o “Después del amor”, entre otros muchos. El silencio se quedó en este local desde el principio, escuchábamos y veíamos sintiendo, la actriz cosía en el redondeado pan, demostrando lo básico y necesario en la existencia, sus labios se movían en sonrisas o en supuestas frases de los poemas en el aire, volando entre los espectadores estáticos y pendientes, en cada instante. Concluye con un solo de violonchelo de Pau Cassal, dejando sobre la hamaca, el bordado patibulario de la hogaza, los 32 años de Miguel Hernández.
Fue entonces cuando tomó la batuta Raquel Serdio, la segunda visita de esta escritora, agradecida a su cuna y origen, cantora de la tierra, de sus bosques, fauna, personajes y tiempo rural. Confeccionó una biografía sobre el poeta. Lo define como poeta-guerrero, poeta-padre, poeta-enamorado o poeta-hombre. La cantidad de personajes célebres coetáneos, la generación del 98, del 27, entre ellos las mujeres que antaño consiguieran renombre en las páginas de la cultura republicana.
Carmen Conde, Maruja Mallo, Concha Méndez, Teresa León; reputados como Lorca, hermanos Machado, Fenol, Cossio, Diego, un largo etc. Escribió en periódicos y revistas, biógrafo de toreros, editó su primer libro titulado “Perito en lunas”, obras de teatro, creando un grupo llamado “La farsa”, octavillas arengadoras, guiones para la radio, escribió canciones, un auto sacramental e incluso ejerció de itinerante “misionero pedagógico” de sus ideales solidarios. En épocas de enfados con josefina, se enamoró de otras mujeres, denominando a estas, amor marinero, amor intelectual, así hasta tres relaciones que se le suponen, en ese año, escribió un trabajo, en él, canta a todas ellas.
Concluyó con la escucha de Serrat, cantando los poemas de Hernández. La donación generosa de Salcines, del grabado del año 1976 de Esteban de la Foz, relativo a la figura de Miguel Hernández. Agradeció el impulso de estas reuniones literarias al taller de escritura y club de lectura barquereño, al público que abarrotaba el salón, a los lectores de poemas del homenajeado oriolano. Advertimos su satisfacción.
San Vte. de la barquera 27 de octubre de 2010
Ángeles Sánchez Gandarillas
3 comentarios:
Descripción correcta de una tarde y un encuentro que nadie mejor que tú podía plasmar en esas líneas.
Rafael
Hermoso como relatas queridas angeles, felicidades
Veronica
Feliz de poder postearte aca.
Fue un acto litarario muy bonito, y tu Lines lo describes de forma perfecta
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