martes, 3 de mayo de 2011

VEGA CEREZO / ISMAEL RODRÍGUEZ 28-4-2011

Encuentro literario, Vega e Ismael, dos loas. 28-IV-2011



Un día de presentaciones. Se trata de un recital poético de dos autores, Vega Cerezo e Ismael Rodríguez, según cuenta María que nos trae este evento desde nuestra biblioteca municipal.

Ambos son nacidos fuera de Cantabria (Murcia y Tortosa respectivamente), pero han estado vinculados a nuestra tierra. Ella ama las olas de Somo y él, vivó una gran parte de su vida en Torrelavega.
Comenta María que los poemas de la neófita Vega tienen vida, y nos habla del libro que hoy presenta: “La sirena dormida”. También hace referencia al primer premio José Hierro recibido por Ismael con su obra “Hombre y mar”; a otro ejemplar que tiene editado titulado “El hijo más amado”, además del que hoy nos muestra: “El desván de los juguetes rotos”.

Esta crónica ha sido sencilla de escribir pues ellos se autopresentaron contestando y desarrollando cualquier duda que pudiéramos tener biográfica, literaria, recomendaciones a la lectura, etc.
Se leyeron uno a otro, pues dicen que mejora el sentido de los propios poemas. Estas lecturas suenan y se comprenden sorteando los resabios del excesivo conocimiento desde el nacimiento, evitando las tentaciones del cambio sobre la marcha o del intento de ponderarlas en exceso.

Son poemas en breve que dicen el máximo, recogidas con una cuidadosa ternura. Vega mantiene una constante; se mueve en situaciones ordinarias y, desde ellas, lleva esos sentimientos hacia el reconocimiento por el lector. Son realidades con el lirismo justo. Nos guía desde el título de esos poemas indicando ya sus sensaciones, intuyendo que todos sentimos de esa manera, es cuidadosa y sensible, acunando toda la existencia en unos pocos versos. 
Sus referencias al mar, a su tierra, desde el nacimiento de los frutales hacia el enamoramiento, a los pequeños momentos que utiliza como referencia para entrar a desarrollar desde fuera lo que hay dentro. Un camino que emociona. 
Recomendó leer a Billy Collins. Hizo estas lecturas de la poeta,  su compañero literario.

Ella leyó a Ismael, en poesías que carecen de título, sin embargo, titula los capítulos del libro. Ahí sí que los poemas hacen guiños a su definición, enlazados entre ellos sobre el tema del enunciado. Estas pequeñas reuniones de versos, nos llegan con la misma rapidez con la que se leen, sin guía, en el acto. Aún así, contiene experiencias, vida y sentimientos; el lector lo recibe como si estuviera de nuevo en la adolescencia, donde las hormonas sorprenden y llenan de sensaciones bruscas e inexploradas, descubriendo en el pasado y el presente lo vivido, lo que no valoramos en su momento y él presentó con claridad. 

Hablan ambos que comprender al principio de leer poesía, es primordial para gustar de ella en el futuro, tanto como que sea fácil su lectura y comprensión. Confirman, lo que todos sentimos ante los grandes poetas en nuestros años de estudiantes, que un vocabulario profundo, la extensión tremenda de los poemas y la profesión religiosa que ejercían casi todos ellos, dificultaba su comprensión. Con el paso de los años es cuando se entienden esos versos. Si se explicase en los colegios, los alumnos llegarían  a la comprensión y al placer de esta lectura pues la única diferencia con otras formas literarias es que relata en ritmos, rimas y medidas, la vida real adornada de sensaciones más directas a la sentimentalidad o sensibilidad.

Aún siendo sus poemas breves, Vega muestra un encauzamiento para que el lector lo recoja. Quizá de forma y manera de mojarse bajo una lenta cascada en un día caluroso; incluso cuando lo hace apasionadamente, pero con un tratamiento de delicadeza en todos.

Ismael sin embargo nos empapa, queramos o no, sorprendiéndonos con un chaparrón en el camino hacia el hogar interior, a veces refrescante y otras trepidante, mojados en un instante que cala hasta el tuétano.



Pocas preguntas esta vez pues nos llenaron de información, de poesía, del sensacionalismo de la sensibilidad en los versos, del regusto al escuchar ritmos que no alteran, que resuelven un poema de verdad; versiones de la vida desde un marco llamado “libro”, ese que en imágenes en negro entusiasmó hoy nuestra vida. 

Vega e Ismael dejaron el entusiasmo colgado de los focos de este salón. Lo iremos recogiendo poco a poco, porque era mucho el que traían. Nos vendrá bien.

Ángeles Sánchez Gandarillas
28-IV-2011

1 comentario:

María dijo...

Un placer para los oídos. Lo pasamos estupendamente. Gracias a Ismael y a Vega, y gracias a Lines por su crónica.
Un saludo
María (biblioteca)