Dulce Chacón indaga en la memoria de un hombre que se resiste a las verdades a medias, y que con su familia será testigo y protagonista de una historia que discurre paralela entre amos y sirvientes.
Cielos de barro arranca con la intriga de un asesinato, que será el hilo conductor de una narración cargada de odios y de venganzas, de opresiones y de sumisiones, pero también de pasión, de amor y de entrega.
Como telón de fondo, el horror de la guerra y la posguerra, y una saga de vencedores y de vencidos, para los que no todos los cielos son iguales
2 comentarios:
Como ya comenté a los compañeros del Club de Lectura, este libro me recuerda a Los santos inocente de Delibes.
De ambiente similares, la España de Extremadura o Andalucía donde los señoritos marcaban la vida de las personas que trabajaban en sus feudos.
La entrega total de esta gente y el menosprecio con el que eran tratados.
Me gustan este tipo de libros mayoritariamente enfocados hacia un punto de vista, de la otra parte tenemos menos información, quizás por que se ha escrito menos o no nos los han hecho llegar.
Pienso que la bondad no es patrimonio de nadie, sino de cualquier persona mas allá de su ideología o condición.
Me gustaría que alguien escribiera alguna novela basada en hechos reales con otro punto de vista.
Intentaré localizar algún libro si es que lo hay para buscar similitudes y diferencias.
Un libro entretenido en su lectura, aunque sea de historias de las resacas bélicas en la guerra civil, desde los paisanos de a pie en las zonas rurales en contra, otros ambientes sociales más poderosos y algunas cacicadas.
Esta novela está escrita desde la visión de todos los frentes en la postguerra.
Alternan los capítulos en diálogos y un monólogo en vocabulario sencillo y claro, recuerda a nuestros mayores; dos historias paralelas que convergen al final de la narración, clarificando los dramas de cada entorno de aquella sociedad. Lines
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