En Peñas arriba José María de Pereda nos presenta su tema favorito, la fidelidad a la tierra, a través de Marcelo, que tiene que elegir entre la vida campestre en compañía de su amor, Lila, y la seducción por la gran ciudad. Esta obra alcanzó un gran éxito sin precedentes en su época. La primera edición se agotó en veintiún días.
5 comentarios:
¡¡Para releerlo varias veces!!
El resto de los comentarios se los dejo a una componente del Club que está "enamorada" de esta obra.
Confío en que Amparo no se haga de rogar y nos deleite con sus opiniones en este Blog sin tardar mucho.
Yo hice mi comentario y luego desapareció del mapa sin saber que hice mal. Decía en él, que si tu, Mar, eres la que pienso, no eres cántabra, y por eso mereces un abrazo si es que te gusta Pereda. Y añadía, que si estoy equivocado y resulta que si eres de la "Tierruca", que no por eso te quito el abrazo,que te quedas con él para siempre. Pero es que me encanta oir decir que les gusta Pereda a gentes que no son de la tiera.Y es que...¡Coño¡ Saben apreciar lo bueno
A mí se me hizo largo, y en ocasiones bastante pesado, pero está tan bien escrito que a veces leyéndolo me entraban ganas de pasear por esos parajes, de ir a Tablanca y en la cocina con Marcelo, su tío y los demás asistir a esas tertulias nocturnas al calor de la lumbre...
Opiné y se borró, volveré
No hace mucho tiempo que sé que hay escritores en Cantabria. Fui una vez al Instituto Besaya en Torrelavega a un mercadillo del libro y encontré lo que yo considero la gran joya, un libro didáctico editado por la Universidad de Santander y dedicado a nuestros escritores. Conocí a Jesús Cancio y su poema Santander [...no más tierra de Castilla que tengo el alma muerta...] y también a Manuel Llano y su libro "Retablo Infantil" con La Tía Esperanza y Recuerdos, y está en el libro joya, Pereda; pero no lo descubrí hasta que llegué a poner en marcha la asociación cultural mujeres de La Revilla donde en 2006 le hicimos homenaje todo el año.
Estoy en el Club de la Lectura desde sus comienzos, he leido todo y más, me ha gustado o no, y he opinado.
Opiné que quería leer "Peñas Arriba" y llegó el momento, no fue en principio interesante, pero gracias a Dios comenzó el viaje Reinosa-Tablanca por el momento, la única forma de hacerlo probablemente, y comencé a sentir el mensaje de Pereda. Viví cada línea, cada página, sentí correr el agua, chiporretear la leña en la lumbre, me calenté y se me helaron los pies yendo a por agua... Viví las comidas, las tertulias, la entrada en la casa del Santísimo y también me estremecí con la muerte, y como no, me emocioné con el amor, me emocionó el amor a las gentes, y el amor de la gente su Tablanca. Viví todo esto y soñé, soñé que yo también estaba en Tablanca.
El despertar no fue malo, pero ningún libro me ha vuelto a gustar. Sigo soñando con Tablanca y su casona, y por la noche leo un poco de Jesús Cancio, un poema muy guapo con el título Tudanca, y que lo encontraréis en la red.
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