miércoles, 17 de diciembre de 2008

"La lámpara de Aladino" - Luis Sepúlveda


Tras navegar por los canales patagónicos que confluyen en el estrecho de Magallanes, un pequeño comerciante palestino desembarca en Puerto Éden, vende las prendas y objetos que lleva en su fardo y se dirige luego a una pulpería; allí, ante algunos galeses, polacos y gallegos, ‘el Turco’, como le han apodado, empieza a narrar un relato muy antiguo sobre mercaderes fenicios…

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Este libro lo hemos leído porque nuestra intrépida moderadora (María) nos ha conseguido la visita del autor a nuestro humilde Club de Lectura para hablarnos de su obra, y ¡qué menos que tener leído su último libro!
A mí, personalmente, no me ha gustado. No he sacado nada en claro de él.
Si alguien puede abrirme los ojos y hacerme ver lo que me he perdido se lo agradeceré.

Anónimo dijo...

Otra vez Mar, y ya estoy pensando quien puedes ser... Yo casi no me recuerdo ya del libro del "Lamparino", pero se que unos relatos me gustaron menos que los otros, y estos otros casi como los unos. De todas formas el día que venga el autor, echamos mano de las mentiras piadosas, y... a otra cosa, mariposa.

Nieves dijo...

Desde luego no sería mi libro de cabecera.
La única conclusión que puedo sacar es que entre tanto relato fantástico se esconden dramas reales, tragedias, supervivencia en entornos hostiles etc...

Anónimo dijo...

Ya sabemos que para gustos..., así que como ya os comenté en la reunión sobre el libro, a mí la mayoría de los relatos me gustaron bastante, especialmente los más "fantásticos" como Café Miramar o Corazón de María. Y también otros como Cena con poetas muertos y Ding-dong, ding-dong, son las cosas del amor, del que me encantó esta frase: “Ahora, junto al mar, la miro, lo sé todo de ella y lo olvido por el placer de conocerla nuevamente, verdad a verdad, duda a duda, certeza a certeza y temor a temor, porque, qué diablos, así, ¡ding-dong, ding-dong!, son las cosas del amor”.